INFORMACIÓN TURÍSTICA - Costa del Sol

 

Con frecuencia suele decirse que Málaga en su conjunto es un pequeño continente. Esta aseveración, que en principio puede parecer exagerada y pretenciosa, corresponde a una realidad que el visitante comprobará en sus desplazamientos por las distintas zonas de la provincia. En sus 7.272 kilómetros cuadrados –curiosamente la menos extensa de Andalucía- la provincia alberga todos los paisajes posibles, los más variados contrastes, la más completa red de establecimientos hoteleros y, por ende, una oferta turística prácticamente ilimitada.

 

 

Vista que tendrían los clientes desde las hamacas ubicadas en la piscina del Hotel Los Monteros de Marbella

 

Con el fin de que el visitante tenga una idea aproximada de esta oferta, pensada exclusivamente para hacer su estancia más agradable en esta zona, la sección “La Costa del Sol ofrece” sintetiza algunos de los servicios y actividades que pueden acaparar la atención del turista que elige la provincia de Málaga para pasar sus vacaciones, con la seguridad de que alguno de sus apartados le satisfará plenamente.

 

Turismo de sol y playa

Hamacas y sombrillas en la Playa Nueva Andalucía de Puerto Banús en Marbella

 

La oferta estrella de la Costa del Sol sigue siendo la de “sol y playa”, no en vano fueron sus soleadas playas las que catapultaron el litoral malagueño internacionalmente. Y es junto a las playas donde existe la mayor concentración hotelera, no sólo de la provincia de Málaga, sino de toda Andalucía. Los 161 kilómetros del litoral malagueño albergan todo aquello que el turista suele demandar con más frecuencia, desde el tipo de alojamiento por el que se decante –los hay de todas las categorías y con una excelente relación calidad/precio-, a un espectáculo internacional o autóctono, pasando por una gastronomía enormemente variada y de consolidado prestigio o la posibilidad de practicar cualquier tipo de deporte.

A los amantes de la playa la Costa del Sol les brinda un sinfín de posibilidades. Pueden disfrutar de un baño en una extensa playa dotada de todos los servicios (bares, restaurantes, duchas, sombrillas, hamacas, palmerales, parques infantiles, accesos adaptados a discapacitados, vigilancia y puestos de socorro, alquiler de hidropedales, esquíes o motos acuáticas), o bien en una cala reducida y menos bulliciosa e incluso practicar el nudismo en zonas específicas y bien señalizadas. Conviene advertir que en las calas de Maro, en la zona oriental y limitando con la provincia de Granada, no hay servicios de ningún tipo por haber sido declaradas paraje natural. Como contrapartida, son las más bellas de toda la Costa del Sol.

guía de playas (PDF)

 

Turismo náutico

Atardecer en Puerto Marina, perteneciente al municipio costero de Benalmádena (Puertos deportivos de Málaga)

 

Para las embarcaciones y el deporte acuático, la Costa del Sol dispone de once puertos deportivos, con lo que se coloca a la cabeza de Andalucía en infraestructuras náutico-deportivas. Todos estos puertos, desde el más pequeño hasta el de mayor capacidad, disponen de servicios para atender cualquier necesidad que pueda planteársele al propietario de una embarcación, y además, en algunos de estos puertos hay escuelas autorizadas oficialmente para obtener la licencia de patrón de barco, para el aprendizaje de la navegación a vela o, simplemente, las que enseñan a bucear con el equipo completo de submarinista por si a alguien le apetece explorar el fondo marino.

No hay que olvidar tampoco que dentro de los puertos deportivos se sitúan algunas de las zonas de recreo más concurridas de la Costa del Sol, con bares, restaurantes y discotecas que marcan estilo o tiendas de moda en las que se pueden encontrar las prendas más sofisticadas.

guía de puertos deportivos (PDF)

 

Turismo de golf

Detalle de los hierros de una bolsa de golf, en el Campo de Golf Los Arqueros, ubicado en San Pedro de Alcántara

 

El deporte que más ha prosperado en la Costa del Sol es el golf, al menos así lo pone de manifiesto la existencia de más de 50 campos, la mayoría de ellos con una zona residencial contigua para mayor comodidad de alojamiento de los deportistas y ubicados en la zona occidental, que presenta la mayor concentración de campos de golf de la Europa continental, sin duda porque la bonanza climática (300 días de sol al año) permite la práctica de este deporte con mayor asiduidad que en otros lugares.

De la excelencia de los campos de golf malagueños da fe el hecho de que algunos de ellos han sido elegidos para la celebración de los campeonatos más influyentes del calendario internacional, como la Ryder Cup, The World Championship, Open de España o Volvo Masters. Además, a la tradicional oferta de campos de golf en la zona costera, en los últimos años el interior de la provincia se ha incorporado con fuerza a este deporte y no son ya pocos los que hay realizados y mucho más los proyectados.

guía de campos de golf

 

Turismo activo

Turismo activo en la Costa del Sol

 

Los hábitos sociales han impulsado de tal manera la preocupación por la salud y el bienestar que, desde hace bastante tiempo, pocas son las actividades que se realizan que no incluyan el ejercicio físico como parte fundamental de cualquier sistema de vida, algo que, inmediatamente, ha tenido repercusión en el ámbito turístico, puesto que cada vez más, el turista elige un destino en función de la posibilidad que éste le ofrezca de poder practicar su deporte favorito o iniciarse en alguno nuevo.

En este sentido, la Costa del Sol ofrece un abanico de posibilidades tan extenso que, hoy por hoy, muy pocas zonas turísticas puede aproximársele. Dejando aparte el golf, que, dada la enorme proyección alcanzada por este deporte constituye en sí mismo un segmento turístico, el tenis, el padel, el badminton y el squash se han erigido entre las prácticas deportivas más usuales. En consecuencia, la planta hotelera de la Costa del Sol –todos los hoteles de cuatro y cinco estrellas y muchos de tres- disponen de instalaciones propias para este tipo de deportes, por lo que el cliente no tiene por qué salir del recinto hotelero en busca de una pista donde jugar una partida.

 

En esos mismos hoteles de nivel medio-alto, el cliente puede encontrar un gimnasio en el que fortalecer músculos y eliminar calorías bajo la vigilancia de monitores y fisioterapeutas, amén de otros espacios –por lo general entre jardines o en la propia playa- donde practicar ejercicios colectivos de gimnasia rítmica.

La hípica es otra de las modalidades deportivas por las que ha apostado fuertemente la Costa del Sol, y buena prueba de ello son las recientes instalaciones de la Escuela Ecuestre de la Costa del Sol, en Estepona, y el Hipódromo de la Costa del Sol, en Mijas, que han contribuido a que Málaga comparta con Jerez de la Frontera (Cádiz) la hegemonía de todo lo relacionado con el caballo.

 

Para quienes buscan la máxima emoción en la práctica deportiva, la provincia de Málaga reúne inmejorables condiciones para el deporte de riesgo. La abundancia de sierras, algunos de cuyos picos rondan los 2.000 metros, brindan la posibilidad del vuelo en parapente o ala delta (la zona del Valle de Abdalajís se ha convertido en un punto de referencia), la escalada o el montañismo en todas sus vertientes.

En contraposición, existen innumerables cuevas y oquedades consideradas auténticos paraísos para los espeleólogos, como la Cueva del Gato, en Benaoján, por la que discurre el río Guadiaro en un recorrido subterráneo de cuatro kilómetros, o la sima GESM, en la Sierra de las Nieves. Incluso la Cueva de Nerja tiene algunas galerías que, por su dificultad, están reservadas a espeleólogos o personas capaces de desenvolverse en espacios abruptos.

En cuanto a senderismo, rutas en bicicleta o a caballo, la oferta de la provincia de Málaga es inagotable, pues de cada uno de sus 101 pueblos parten distintos itinerarios hacia los más diversos parajes. Las oficinas de Turismo o, en su defecto, los propios ayuntamientos, disponen de toda la información sobre el senderismo, con datos precisos sobre el recorrido y la dificultad de las rutas del municipio.

En casi todas las localidades del litoral y en bastantes del interior existen centros perfectamente equipados para la práctica de cualquier deporte o modalidad de atletismo. Al ser instalaciones municipales, la entrada es libre y el precio, prácticamente simbólico. De hecho, en algunos de estos centros suelen entrenar, especialmente durante el invierno, algunos de los más renombrados equipos internacionales de fútbol, que aprovechan la bonanza climática de la Costa del Sol en unos meses en que en su país de origen es complicado realizar los entrenamientos al aire libre.

guía de excursiones (PDF)

 

Turismo de salud

Salud

 

Una de las razones por las que la Costa del Sol continúa siendo uno de los destinos turísticos más demandados del mundo estriba en que ha sabido captar, desde siempre, los cambios que se han ido operando en el turismo internacional. En este sentido, desde que el llamado turismo de salud -concentrando décadas atrás en los vetustos balnearios que no pudieron resistir el empuje del turismo masivo de sol y playa- empezó nuevamente a estar en el punto de mira de algunos viajeros, la Costa del Sol supo, como ninguna otra zona de España, abrirse a ese nuevo modo de descanso, y antes de que empezaran a ser rehabilitados los balnearios tradicionales, los mejores hoteles del litoral malagueño empezaron a incorporar servicios de talasoterapia como una oferta especial a su clientela.

De este modo, los spa fueron apareciendo en la Costa del Sol hasta llegar a constituir un elemento clave para ese tipo de clientela que opta por combinar el ocio con un especial cuidado de su salud. El hotel Incosol, en Marbella, fue uno de los primeros en iniciar este camino, por el que siguieron otros muchos, como el Meliá Costa del Sol en Torremolinos, el Byblos en Mijas o Las Dunas en Estepona, entre otros.

guía de salud y belleza (PDF)

 

Turismo de interior

Vista del Parador, el Puente Nuevo y el Tajo de la ciudad de Ronda

 

Dada la compleja orografía del interior de la provincia de Málaga, un elevado número de pueblos quedan ubicados en lugares poco menos que impensables hoy pero que tuvieron su razón de ser en el tiempo en que fueron fundados. Así, el urbanismo de esas pequeñas localidades que en muchos casos parecen arañar el monte sobre el que se asientan, ha de salvar unos enormes desniveles que la arquitectura popular sin duda ha aprovechado para mostrar toda su imaginación.

El entramado de calles, netamente morisco; el blancor de sus casas restallando sobre el fondo verde del paisaje, la profusión de la teja árabe y, en muchos casos, el cercano riachuelo, configuran la clásica estampa de pueblo andaluz de montaña que parece puesto allí ex profeso para ser fotografiado. Prácticamente en todos los pueblos del interior hay casas rurales perfectamente acondicionadas –muchas de ellas antiguos cortijos- susceptibles de ser ocupadas en cualquier época del año.

Junto a esas casas y cortijos típicos, también ha surgido una pujante industria hotelera interesada en explotar el interior de la provincia. Generalmente estos establecimientos son medianos y pequeños, con un diseño arquitectónico en función de las características del paisaje de la zona en que se ubican, y, por supuesto, absolutamente respetuosos con el medio ambiente, entre otras razones porque las administraciones competentes vigilan muy de cerca el desarrollo turístico de las zonas de interior para preservarlas de cualquier intervención agresiva. Y es en estos lugares donde más frecuentemente pueden encontrarse los llamados ‘hoteles con encanto’.

guía de fiestas populares (PDF)

 

Espacios naturales

Vista de un bonito paisaje verde y montañoso

 

En la ‘segunda Costa del Sol’, es decir, en el interior de la provincia de Málaga, es donde el visitante puede comprobar fehacientemente que se halla en un pequeño continente. La dispar y variante orografía conforma zonas tan distintas entre sí que es imposible no sorprenderse ante su visión, y uno de los mayores atractivos de estas tierras lo constituyen los 23 espacios naturales protegidos ubicados en las distintas comarcas malagueñas, de visita más que recomendada para los amantes de la naturaleza.

Sólo uno de ellos, los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, se sitúa junto al mar, en el término municipal de Nerja. Se trata de una sucesión de rocas de gran altura, estribaciones de las sierras de Tejeda y Almijara, que perfilan unas calas de aguas profundas y límpidas donde abunda la pesca submarina. Este es tal vez el paisaje costero más abrupto e impactante de la Costa del Sol propiamente dicha, y que, dada su condición de espacio protegido, permanece virgen.

Desde esta zona de la Costa del Sol se ve, hacia el norte, el paraje natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, que con sus 40.600 hectáreas es el tercero más extenso de la provincia de Málaga. Sus picos más altos, cercanos a los 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, aparecen regularmente nevados todos los inviernos. El contraste entre la nieve en las cumbres de estas sierras y los cultivos subtropicales de la costa, a muy pocos kilómetros entre sí, es una de las singularidades más notables de la comarca de la Axarquía.

 

La reserva natural de la Laguna de Fuente de Piedra, en el norte de la provincia, junto a Antequera, es uno de los mayores humedales de Europa, en el que todos los años anidan miles de flamencos antes de emprender vuelo a tierras más lejanas. En la época en que la laguna se puebla de flamencos, el tono rosado del plumaje de las aves destaca sobremanera entre el paisaje de secano que circunda el humedal.

Junto a la ciudad de Antequera, a unos cinco kilómetros de distancia, se halla el Torcal, un espectacular escenario kárstico de 20 kilómetros cuadrados que emergió del mar hace unos 100 millones de años. El agua de lluvia y el anhídrido carbónico de la atmósfera han ido modelando a lo largo de los siglos colosales formas escultóricas y arquitecturas sobrecogedoras, en las que la imaginación puede ver columnatas, palacios, catedrales o colosos.

A caballo entre la comarca del Guadalhorce y la de Antequera se enclava el Desfiladero de los Gaitanes, probablemente el paraje más llamativo de la provincia de Málaga, dadas las proporciones entre la estrecha garganta por la que discurre el río Guadalhorce y la desmesura de las paredes de piedra que dibujan el curso del agua. Junto a este prodigio natural, varios embalses, de los que se abastece la ciudad de Málaga, configuran un amable paisaje de lagos y bosques.

La Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves y su entorno, que engloba diez municipios y parte del de Ronda, al noroeste de la provincia, ocupa una extensión de 93.930 hectáreas, y es el mayor espacio natural protegido de Málaga. La riqueza botánica de este parque natural está centrada en la existencia de los bosques de pinsapos -un tipo de abeto que también abunda en el cercano parque natural de Grazalema-, que constituyen una reliquia del Terciario, y es en esta zona donde únicamente se dan en Europa. Junto a las mayores alturas de la provincia (el pico de la Torrecilla mide 1.919 metros) se observan también las mayores oquedades, como la sima GESM, la tercera del mundo en profundidad.

Dentro de este apartado cabría señalar también la visita a los jardines históricos, ubicados en el entorno de la ciudad de Málaga, como la Finca de la Concepción (autovía de Las Pedrizas), del siglo XIX, considerado como uno de los mejores jardines tropicales de Europa, y El Retiro (carretera de Coín), jardín cortesano del siglo XVIII que a su riqueza botánica añade una notable colección de fuentes y esculturas de distintas épocas y de gran valor artístico.

guía de espacios naturales (PDF)

 

www.visitecostadelsol.com